El skincare para mi ha sido revolucionario: Lo que he aprendido y sigo aplicando día a día. Por Erick Mendoza
Creo que el skincare ha hecho mucho más por mí que solo cambiar mi aspecto físico. Hace cuatro años, cuando tuve un brote de acné y me sumergí en este mundo, no sabía más que el protector solar se usaba solo cuando vas a la alberca o la playa.p class="paragraph-padding">
- Erick Mendoza nos habla sobre la Concientización del Cáncer de Piel.
Cuando comencé a ir al dermatólogo fui aprendiendo más de mi enfermedad. Soy estudiante de medicina y de cierta manera podía comprender mejor qué es lo que le estaba pasando a mi piel, entendí mejor de qué manera funcionaban los medicamentos que usaría, pero lo que me parecía difícil era que como el acné no suele causar síntomas sistémicos (dolor de cuerpo, fiebre, etc) y los resultados del tratamiento tardan incluso meses en reflejarse, no sentía un alivio o mejora en cómo me sentía conmigo mismo. Ese fue el momento en que entendí que el tratar el acné me costaría mucho más que solo un recurso económico.
Conforme fue avanzando el tiempo, cambiaron muchos de mis hábitos, creé otros nuevos, me sumergí de lleno en el tema y comencé a informarme más. En ese entonces el skincare iba tomando vuelo y comenzaban a popularizarse los blogs de skincare. Al principio sentí que este mundo se estaba abriendo para mí y encontraría respuesta a muchas de mis dudas, sin embargo, comencé a toparme con ciertas barreras y la primera de ellas fue el ser hombre.
Tener acné te convierte en una versión vulnerable de ti y lo cierto es que uno siempre busca de dónde agarrarse cuando las cosas se ponen difíciles. No había muchos hombres hablando del cuidado de la piel, incluso se juzgaba y señalaba a quienes sí lo hacían. Aquí es donde entró uno de mis juicios, desafortunadamente primero hacia mi mismo y por ende hacía mi exterior. Entendía que el acné se trataba de una enfermedad, pero no podía comprender por qué me estaba juzgando por tenerla y querer curarla.
En ese momento tenía clara mi orientación sexual, pero nada tan sólido como para haber visto aquella situación como encontrar otra característica que “no hacen los hombres”. El no obtener las respuestas que necesitaba fue uno de los principales objetivos por los que comencé a crear contenido y todavía me cuesta decir esas palabras. Lo que hago y comparto siempre ha nacido de forma egoísta porque todo ha sido como una respuesta que encontré y me sirvió para aprender o entender mejor algo. Al principio, mi público eran mis amigos y familiares, me di cuenta de que hubo una respuesta así que continúe haciéndolo. Cuando comencé no pensé dirigirme a un género específico, porque para entonces ya había comprendido que lo que transmito es para cualquier persona que esté dispuesta a escuchar, ver, consumir y recibir.
El skincare para mí ha sido revolucionario y un claro ejemplo de esto llegó a mi hace algunos días cuando estaba tomando unas fotos y videos para contenido de una campaña, mi abuela me vio y me dijo “si quieres, te puedo prestar unos anillos y aretes para que salgan junto a las cremas de mujer a las que les estás tomando fotos”. Quiero confesar que al instante me sentí vulnerable e incluso juzgado al escuchar eso, pero desde una apertura de mente, fuera del juicio y empatizando con la diferencia de vida que ha llevado mi abuelita a la mía, más tarde me animé a platicar con ella y lo primero que le pregunté fue: “Me gustaría preguntarle, si usted tuviera mi edad, ¿qué diferencia tendría su piel con la mía?”, se quedó pensativa y me respondió, “Mmmmm no no sé, ninguna, creo”. A lo que yo proseguí diciéndole: “Hace rato que yo estuve tomando mis fotos, usted me dijo que me prestaba accesorios para que salieran junto a las cremas de mujer, ¿qué le hizo suponer que eran cremas para mujer?”
Aunque hace años me adentré en el mundo del skincare, sigo sorprendiéndome con todo lo que aún me enseña más allá de productos, ingredientes activos, marcas o rutinas. Al principio de este texto compartí que el skincare había cambiado más que solo mi aspecto físico y la razón es porque decidí involucrarme más allá de sólo cuidar mi piel, si no también cuidar de mi salud mental. He ido creciendo conforme ha crecido mi comunidad, pero el aprendizaje nunca termina. Sentir que tengo una voz que tiene el poder de impactar a otros me ha hecho más responsable, no para vivir agobiado, si no para seguir esforzándome por aquello que a mi me gustaría ver/saber/escuchar/leer/usar.
Soy fiel a la creencia de que las situaciones que se me presentan siempre vienen a enseñarte algo y el acné me ha enseñado a cuestionarme quién soy, quién no soy, en qué creo, en qué no creo, qué me representa y qué no me representa y eso se ha visto incluso como re-definir mis propias creencias, si la manera en qué se me ha enseñado a vivir es realmente la manera en la que me gustaría hacerlo, nuevamente evitando el juicio y comprendiendo que los que me enseñaron, lo hicieron como pudieron y desde donde pudieron.
De ahí el que haya nacido #LaPielRealTieneTextura como un recordatorio de la gran diversidad humana que existe, que es real y que siempre va a diferir a lo que nos sigue mostrando la sociedad como lo “ideal” y que sea un movimiento, al menos dentro de mi comunidad que incluya y celebre a todos los cuerpos, se vean como se vean. Así como buscar empoderar el mensaje de que el cuidar de nuestra piel es salud y no vanidad, que es algo serio, algo importante y no es superficial.
- #LaPielRealTieneTextura es el movimiento que Erick creó y con el que muchas personas se sienten identificados.
Y aunque no lo pareciera, todo lo que nos integra está conectado por el simple hecho de que existe en nosotros y este aprendizaje que he obtenido me ha permitido aplicarlo en otras cuestiones de mi vida como mi trabajo, mis estudios y mis relaciones interpersonales porque en la medida en la que yo crezco, lo hace también lo que me rodea y si yo cambio, todo cambia.
Queremos agradecer a Erick Mendoza por ser la primera persona en colaborar con Biutest como autor de este artículo y compartir su experiencia y enseñanzas con nuestra comunidad. Les dejamos su cuenta de Instagram: @erickrmendoza por si lo quieren seguir.