Tener una dieta rica en frutas y verduras se ha relacionado con una mejor salud y por una buena razón, ya que las verduras y frutas (tanto frescas como congeladas) están cargadas de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, que han demostrado protegernos contra enfermedades crónicas como las cardíacas y el cáncer. También son bajos en calorías, lo que las convierte en una excelente opción para nuestro cuerpo.

Elegir una variedad colorida de verduras es lo mejor, ya que cada color tiene sus beneficios. Por ejemplo, el pigmento anaranjado que se encuentra en las zanahorias, la calabaza y los camotes, por ejemplo, contiene el antioxidante betacaroteno.

Si bien todas las frutas y verduras son saludables, a continuación hay varias observaciones nutricionales sobre algunas de ellas:

Verduras

El brócoli es un vegetal crucífero, y parte de la familia Brassica, que también incluye col rizada, coles de Bruselas, nabos y coliflor. Los miembros de la familia Brassica son ricos en fitoquímicos, conocidos por sus propiedades antioxidantes. El brócoli es un verdadero centro de nutrición: está repleto de vitamina C, calcio, fibra y vitamina A.

Las zanahorias son una buena fuente de fibra, que ayuda a mantener la salud intestinal, a disminuir el colesterol en la sangre y al mantenimiento del peso. El pigmento anaranjado que se encuentra en las zanahorias se debe al antioxidante betacaroteno, que también se encuentra en otros alimentos de color naranja como la calabaza, la papaya y el melón. El betacaroteno se convierte en vitamina A en el cuerpo y ayuda a tener una visión sana, respalda el sistema inmunológico, mantiene la piel sana y nos protege contra ciertos tipos de cáncer.

La espinaca está disponible durante todo el año ofreciendo una fuente de muchas vitaminas y minerales. La espinaca contiene los minerales hierro y potasio, así como las vitaminas A, K, C y B. La espinaca también contiene fitoquímicos que pueden estimular el sistema inmunológico y antioxidantes que pueden ser preventivos contra ciertos tipos de cáncer.

Los camotes son ricos en antioxidante betacaroteno y también están llenas de fibra, vitamina B6, ácido fólico, vitamina C y potasio. Son especialmente nutritivos cuando se comen con todo y piel y, contrariamente a un mito popular, ¡no engordan!

Frutas

El melón, es rico en betacaroteno, un precursor de la vitamina A que ayuda a la salud ocular, entre otras condiciones. También es rico en el potasio, que puede ayudar a disminuir la presión arterial y el riesgo de un accidente cerebrovascular. Y es una excelente opción para una dieta ya que una taza contiene solo 50 calorías.

La sandía, ofrece un sabor dulce y jugoso y un alto contenido de agua, mientras que contiene antioxidantes como licopeno, betacaroteno y vitamina C, además de potasio y magnesio.

Los cítricos, incluidas las naranjas y la toronja proporcionan una fuente importante de vitamina C, ácido fólico, potasio y fibra. Las toronjas son particularmente ricos en el antioxidante licopeno. Comer estas frutas enteras produce más nutrientes que beber el jugo.

Los aguacates son ricos en grasas monoinsaturadas saludables para el corazón, que pueden ayudar a elevar los niveles de colesterol bueno al mismo tiempo que disminuye el colesterol malo. También son altos en la vitamina E.

Las uvas, pueden reducir el riesgo de coágulos sanguíneos, reducir el colesterol malo y prevenir daños en los vasos sanguíneos del corazón, ayudando a mantener una presión arterial saludable. Comer la fruta entera en lugar de tomar el jugo tiene el beneficio adicional de la fibra.

Biutip:

Cuando puedas, opta por productos locales de temporada. Práctica lo orgánico.

Cuéntanos, ¿cuál es tu platillo favorito?